Control de Prótesis

Las prótesis que se implantan actualmente suelen estar compuestas por gel de silicona y no tienen una caducidad establecida. Es decir que si no nos dan problemas no es necesario reemplazarlas, pero eso no significa que no debamos preocuparnos por comprobar que se mantienen en buen estado y sin roturas.

Hay diversos estudios que analizan los posibles riesgos de rotura. Aunque hay múltiples estudios con diferentes resultados podemos concluir que transcurridos siete años desde la primera intervención entre el 5 y el 11% de las mujeres con implantes presentan una rotura de prótesis. Ese porcentaje va aumentando con el paso de los años.
Por ello es de vital importancia llevar un control del estado de tus prótesis, sobre todo a partir de los 7-10 años de su implantación, momento en el que pueden iniciar los problemas.

El referente internacional en este tema es la FDA (Food and Drugs Administration), que recomienda la primera revisión a los tres años del implante y las siguientes cada dos años. La mayoría de sociedades científicas de Cirugía Plástica y Estética recomiendan seguir el protocolo de la FDA. Independientemente de sí hemos seguido esas recomendaciones nunca deberíamos dejar pasar más de diez años sin llevar a cabo una revisión.

Una unidad de control de prótesis requiere de la participación de diferentes especialistas y técnicas, por lo que lo ideal es que se ubique en un centro hospitalario de primer nivel que garantice el acceso a esos recursos.
Los recursos necesarios para una unidad de control de prótesis de mama son:
1. Un especialista en Cirugía Plástica y Estética con amplia experiencia en cirugía de mama
2. Un radiólogo con experiencia en interpretación de resonancia de mama
3. Un equipo de Resonancia Magnética de última generación.
4. Una bobina de mama para su uso en la exploración de Resonancia Magnética

Una rotura de implante mamario se produce cuando hay un desgarro u orificio en la cubierta externa de la prótesis. En las prótesis de gel de silicona el relleno es denso y cuando se rompe el implante el gel permanece dentro de la cubierta o se extiende fuera pero habitualmente queda contenido por el tejido de cicatrización que se forma en torno a la prótesis.

La causa más frecuente de rotura es el desgaste que supone el paso de los años. Los implantes utilizados actualmente no tienen caducidad y por tanto no existe una fecha recomendable o necesaria de recambio. Muchas prótesis pueden durar durante toda la vida sin darnos ningún problema, sin embargo hay algunas situaciones que nos deben alertar sobre la posibilidad de rotura.
Las causas más frecuentes de rotura de prótesis son:
1. El envejecimiento natural de la prótesis. Las prótesis actuales no tienen una duración determinada, por lo que pueden durar toda la vida del paciente. Sin embargo cuantos más años pasan desde el implante mayor es la probabilidad de rotura.
2. Contractura capsular. Se trata de la reacción natural de los tejidos que se produce tras una intervención de implante en torno a la prótesis. Cuando está reacción es excesiva puede producir una compresión sobre el implante que lleve a su rotura.
3. Daño por otras intervenciones. Otras intervenciones quirúrgicas sobre la mama pueden dar lugar a que el instrumental utilizado perfore la prótesis. Por ello ante una biopsia u otra intervención debemos alertar al profesional que la realiza sobre la existencia de los implantes.
4. Estrés físico sobre el pecho. Las prótesis están diseñadas para que sean compatibles con una vida normal y con la práctica del ejercicio o deportes. Sin embargo, un traumatismo sobre la zona pectoral o una presión intensa sobre el pecho pueden dar lugar a la rotura. Si sufrimos un impacto fuerte sobre el pecho como el que se puede producir en un accidente de tráfico puede ser recomendable realizar una revisión de las prótesis.

Nuestro equipo de especialistas en Cirugía Plástica te propone un protocolo estricto de revisión, control y exploración de tus prótesis, hayas sido operada o no por nosotros. Es fundamental que entiendas la importancia de seguir un control de tus prótesis, sobre todo a partir de los 7-10 años de tu intervención, porque es entonces cuando pueden parecer problemas como rotura o encapsulamiento. Estas situaciones van a precisar de una cirugía de recambio de prótesis, colocando unas nuevas, y en algunas ocasiones se requerirá de un retoque en tu propia mama, si esta ha cambiado con el paso de los años.

TERAPIAS POSTOPERATORIAS

Tras una intervención de cirugía plástica o estética, el paciente quiere una recuperación precoz. Para ello, en nuestro centro, los pacientes reciben un tratamiento de fisioterapia adaptado a su intervención y su evolución.

El proceso de recuperación tras una cirugía es esencial para obtener los mejores resultados.

En CSC disponemos de una serie de terapias postoperatorias para acelerar este proceso y optimizar los resultados de tus tratamientos al máximo. Tu recuperación será más sencilla y menos dolorosa.

Las terapias postoperatorias son una serie de diferentes tratamientos que se adaptan a las necesidades personales de cada paciente aportando grandes beneficios en su recuperación tras una cirugía. Gracias a estas terapias el dolor disminuye y la recuperación se ve acelerada.

EN QUÉ CONSISTEN LAS TERAPIAS POSTOPERATORIAS

Durante las primeras etapas trabajamos Indiba principalmente con el efecto drenante y cicatrizante.
Una vez la inflamación ha disminuido, aumentamos la temperatura para conseguir un aumento del metabolismo celular y, por tanto, una mejor fabricación de colágeno que logra una mejor cicatrización.
Además, reduce el dolor y las molestias considerablemente y previene la aparición de edemas.

Después de cirugías faciales como la blefaroplastia, rinoplastia o lifting, en que los resultados son más visibles por estar en el rostro, Indiba ayuda a recuperación más rápida.
Tras las cirugías de pecho, como la mastopexia, nos permite relajar la musculatura y disminuir la fibrosis.
En liposucciones es muy importante el drenaje linfático correcto tras la cirugía. En este caso, utilizar Indiba facilita la reestructuración de los tejidos, por lo que reduce el dolor en la recuperación de este proceso.
En cuestión de cicatrices, mejora el aspecto de estas marcas, previniendo adherencias y disminuyendo la inflamación.

El drenaje linfático manual (DLM) es un tipo de masaje específico que se realiza en el postoperatorio con el objetivo de que la linfa se reabsorba correctamente en el cuerpo. Por lo tanto, conseguimos una reducción de la inflamación.
El DLM puede actuar como un analgésico y goza de múltiples beneficios en el sistema inmunológico.
Proporciona resultados inmejorables en edemas postquirúrgicos y cicatrices, ya que logra activar el sistema linfático más superficial.

Después de cirugías faciales como la blefaroplastia, rinoplastia o lifting, en que los resultados son más visibles por estar en el rostro, Indiba ayuda a recuperación más rápida.
Tras las cirugías de pecho, como la mastopexia, nos permite relajar la musculatura y disminuir la fibrosis.
En liposucciones es muy importante el drenaje linfático correcto tras la cirugía. En este caso, utilizar Indiba facilita la reestructuración de los tejidos, por lo que reduce el dolor en la recuperación de este proceso.
En cuestión de cicatrices, mejora el aspecto de estas marcas, previniendo adherencias y disminuyendo la inflamación.

No solo facilita la recuperación de los pacientes; también retrasa la absorción de los rellenos, por lo que está muy recomendado para pacientes que se han realizado retoques con sustancias como el ácido hialurónico, la grasa y el ácido poliláctico, entre otros.

También refuerza el sistema inmunológico, por lo que la posibilidad de una infección tras la cirugía resulta casi inexistente.

Facilita el drenaje, un elemento clave tras cirugías como la liposucción y el aumento de glúteos, y disminuye el dolor y la inflamación tras las operaciones.

Acelera la curación y cicatrización de las pequeñas heridas que pueden aparecer tras ciertos tratamientos, y elimina las infecciones que se producen en las capas más superficiales de la piel.

TRATAMIENTOS POSTOPERATORIOS COMBINADOS UNA RECUPERACIÓN INMEJORABLE

Para mejorar los resultados de la cirugía, acelerar la recuperación post operatoria y minimizar el riesgo de complicaciones, recomendamos el siguiente protocolo, que combina las mejores terapias en recuperación: fisioterapia con drenaje linfático manual (DLM) + Indiba + Luz Polarizada.
El plan se basa en una pauta de 4 semanas, contando desde la primera revisión que hace el cirujano tras la intervención. En total, 20 sesiones combinadas para lograr resultados excelentes.
La combinación de tratamientos dependerá de la cirugía o intervención que te hayas realizado. Nuestro equipo médico te indicará cuáles son las pautas recomendadas para tu caso.

NUESTROS PACIENTES
NOS AVALAN

Hola, son muy buenos profesionales, por no hablar del trato personal y cercano; y una cosa importante para mi de la Dra. Peña , es que si ella cree que no te va a ir bien algún tratamiento o ve que...

María P. L.

Paciente

Es un placer poder compartir con todos vosotros mi experiencia desde hace ya 17 o 18 años que llevo en las manos del equipo profesional de la clínica San Clemente. Mi experiencia empezó con la doct...

Mónica Q.

Paciente

Clínica recomendable cien por cien. Hace justo una semana la Dra Sonia Peña me realizó una mamoplastia de reducción y una blefaroplastia. La cirugía fue todo un éxito, un postoperatio sin dolor y c...

Elisa B.

Paciente

La Dra. Peña fue la primera cirujana con la que contacté cuando decidí operarme. Si bien es cierto que visite algunos más para escuchar segundas opiniones, desde el primer momento sentí que ella fu...

PIlar

Paciente

¿Tienes dudas?
Preguntas frecuentes

Resuelve todas tus dudas. En el siguiente link respondemos a las preguntas más frecuentes de nuestros pacientes.

Da hoy el primer paso y contáctanos